Bautismo
El bautismo es la puerta de entrada a nuestra relación con Jesucristo. Esto es a menudo olvidado por los bautizados de niños. Cuando el agua se derramó sobre nuestras cabezas, la barrera del pecado original se eliminó y Dios mismo ocupó su lugar. Es un deber sagrado, pues, que los padres transmitan ese encuentro personal con Jesús a sus hijos. Este discipulado natural entre padres e hijos casi siempre determina el lente por el cual un niño experimentará a Jesús por el resto de sus vidas.
En el bautismo de adultos, el sacerdote te invitará a la pila bautismal para una inmersión total. Mientras te sumerge en el agua, te dirá: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. En el bautismo de infantes, el sacerdote o diácono echará agua sobre el infante y dirá las mismas palabras.
Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Mateo 28:19
Adultos
Para adultos que deseen recibir el bautismo, visite
Infantes
Para el bautismo infantil, para indicar el compromiso de criar a sus hijos en la fe católica, se les pide a los padres que participen en las sesiones de preparación bautismal, que sean socios parroquiales registrados (también conocidos como feligreses) durante tres meses y que asistan a misa con regularidad.
Comuníquese con la Oficina Parroquial para registrarse para las sesiones de preparación bautismal y programar el bautismo.
Los bautizos de infantes se celebran el primer domingo de mes.
Niños mayores
Para los niños mayores que deseen recibir el bautismo, por favor póngase en contacto con nuestroEducación religiosaoficina para obtener más información sobre RICA para niños.